Poder para ser la persona que quieres ser

A usted le sorprendería saber cuántas personas han quebrado el dominio de hábitos que las mantenían paralizadas, al recurrir a un Poder Mayor. Amazing Examples

Este Poder Mayor es superior a nosotros en todo sentido, incluyendo inteligencia y moral. Dado que el amor esta en el centro de la moral, debemos pensar en este poder no como “algo”, sino como una persona. Esto asombra y hace titubear a muchas personas. Para investigar esto en detalle, por favor vea Is God a Person?

Tan fácil como enamorarse

Enamorarnos de la Persona más maravillosa del universo es la clave para ser liberados de los hábitos que nos subyugan. Sin lugar a dudas rechazamos la religión que nos da una lista de lo que debemos “hacer” y “no hacer”. Para llenar ese vacío en nosotros, necesitamos el regocijo de una interminable aventura de amor. Al no tener nuestras más profundas necesidades satisfechas (muchas veces reprimidas), estaremos siempre siendo atraídos por cosas menores que nos llevarán a intentar adormecer ese dolor que nos carcome. Las prácticas a las que inconscientemente recurrimos pueden ser exceso de trabajo, comer en exceso, conductas compulsivas, uso de fármacos, uso inapropiado del sexo . . . la lista parece ser interminable. Muchas de estas prácticas tienen un lugar legítimo, pero no fueron diseñadas para satisfacer nuestras más profundas necesidades. Cuando las forzamos a este rol antinatural, estas prácticas se vuelven tan insatisfactorias como lo es el cartón a un hombre muriéndose de hambre. Sin embargo, al no encontrar nada mejor para llenar ese vacío, a menudo nos encontramos esclavizados en esas prácticas. (Psychological Experiment)

Ya que tenemos antojos que sólo pueden ser satisfechos de una manera sobrenatural, le recomiendo que tome nota de esta dirección web para que luego pueda usted volver a ella y conocer más acerca de esta suprema aventura de amor en la siguiente página web: Tú Puedes Encontrar El Amor.


Un paso a lo desconocido

Si los conceptos con los que tratamos en esta página son extraños para usted, le sugiero la siguiente oración como la base de una “primera oración”. Usted puede modificarla a su gusto.

Dios, ni siquiera estoy seguro de si existes, pero sé que quiero ser libre de . . . [nombre aquello que lo aqueja]. Puede que mis intenciones no sean totalmente puras, y puede que esté ciego y no vea otras cosas en mi vida que necesito cambiar, pero te pido que abras mis ojos a tu existencia y a mi necesidad de ti. Acercate a mi. Abre mi mente mientras sigo leyendo, y dame el coraje para hacer lo que debo hacer.

No es difícil imaginarse que alguien pueda ser libre de distintos hábitos si esa persona tiene el poder sobrenatural de Dios fluyendo a través de sí. Pero estamos contaminados con imperfección. Dios es demasiado santo para que nos relacionemos con él directamente. Seguramente el poder de Dios nos despedazaría, además su perfección lo hace inalcanzable. Sin embargo, cuando Jesús fue crucificado, el culpable y el inocente intercambiaron lugares. Jesús, el único humano que vivió una vida perfecta, permitió que lo trataran como si él hubiese sido moralmente corrupto, para que cualquiera que acepte ser parte de este intercambio, sea tratado como inocente.

He puesto algo realmente complejo en muy pocas palabras, pero saltemos las complejidades y vayamos a los beneficios. Al aceptar Jesús el trato que merecemos nosotros, asombrosas posibilidades se nos presentan, que incluyen tener al santo Dios habitando dentro de nosotros, aun cuando hayamos estado a un mundo de distancia de ser divinamente perfectos. De hecho, tu puedes disfrutar de virtudes y honores que de otro modo estarían reservados sólo para Dios. Por supuesto que esto incluye el poder de aplastar el mal.

Veámoslo desde otra perspectiva:

Esclavo de los hábitos

‘Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado’. (Juan 8:34)

Eso es lo que Jesús enseñó, y todo adicto – ya sea a la heroína o al lenguaje grosero, hurtar o fumar, consumo de alcohol o anorexia, el juego o el mal humor, pornografía o pedofilia, incesto or masturbación – se ve obligado a estar de acuerdo.

Detrás de los problemas que controlan la vida, existe un poder espiritual. Es maligno, mucho más fuerte que nosotros, y en última instancia destruye a sus víctimas.

Es como que hemos sido secuestrados y esclavizados por los hábitos y las fuerzas del mal. Resistirse es inútil. Cuando eres esclavo, si tu amo te grita una orden, tú obedeces. Azotará tu carne hasta hacerla pedazos y le obedezcas. Tú le perteneces. Tu única esperanza de escapar de un esclavista es que te golpee hasta que mueras ó si otro amo te compra. Ese hábito te tiene tomado por el cuello.

‘Si el Hijo te libera . . . ’

Al sorprendente costo de su propia alma, Jesús le ha ofrecido a tu amo esclavista ‘comprarte’, y pagar el rescate para liberarte de sus garras de muerte. Piensa en ello como un intercambio de prisioneros en el que el inocente Hijo de Dios intercambia el lugar contigo. De eso se trata la cruz. Jesús permitió ser tratado como el juguete de Satanás a cambio de tu libertad. El mal le hizo a Cristo lo que en realidad debería haberte hecho a tí. El fue hostigado, acosado, golpeado, atado, torturado, asesinado.

Sin embargo, una vez que el maligno tuvo a Jesús en su poder, descubrió que Jesús era demasiado fuerte para él. ¡La víctima se convirtió en vencedor! ¡Ganó la Inocencia! En Jesús, el bien vence el mal, El garantiza tu libertad al haber derrotado las fuerzas del mal y haberse levantado de la tumba, en triunfo.

Si aceptas el ofrecimiento de Jesús, ya no eres propiedad del maligno; ahora eres propiedad de tu amado Salvador. Aquellas fuerzas que alguna vez te esclavizaron podrán tratar de utilizar sus viejos trucos, amenazarte con toda su furia infernal, atraerte con todo su encanto seductor, y tú podrás simplemente alejarte de aquello. Las drogas, la bebida, la lujuria, la codicia y demás, no han cambiado. Pero ya no les perteneces. Le perteneces a Jesús. (Si esto parece algo simple, no te preocupes. Pronto examinaremos las complejidades.)

Relevant Scriptures

Pero fíjese esto:

Si Jesús no es nuestro amado Señor, entonces lo es el pecado. Si no obedecemos las sabias órdenes de Jesús, tendremos que obedecer a los saltos cuando lo haga el pecado.

Oh... ¡Puaj!

Detestamos la idea de ser empujados por el mal. De todos modos, la idea de obedecer a Dios no parece ser más placentera – hasta que descubrimos que Dios no es aquél egoísta, hambriento de poder y aguafiestas que imaginábamos que era. Descubrir que Dios está decidido a maximizar tu felicidad es casi una experiencia liberadora. EL es el Dios que hizo todo lo bueno que hayamos disfrutado. ¿Cómo podríamos siquiera pensar que El es un aguafiestas? Pero de algún modo terminamos teniendo la noción absurda de que Dios frunce el ceño al mirarnos – Aquél que nos ama con tal intensidad que derramó su Sangre por nosotros cuando estábamos en lo peor de nuestras vidas.

La verdad es que desde el momento en que verdaderamente naces de nuevo, Dios está encantado contigo. Podemos pensar en ello y retenerlo por algunas horas, pero rápidamente se nos olvida. A menudo pensamos que si Dios en algún momento se complace de nosotros, eso fue solo en el pasado y no ahora. ¿Por qué será tan difícil creer que Dios nos sonríe ahora? Porque tenemos un enemigo espiritual muy inteligente que sabe que de la única forma que puede dominarnos es debilitar nuestra gozosa confianza y alegría con las que corremos a los poderosos brazos de amor de Dios en cualquier momento en que encontremos la menor dificultad.

Para ayudar a reforzar su conciencia del amor de Dios, por favor marque esta página web en favoritos, para que pueda usted luego volver y acceder a las siguientes páginas:

• ¡Amado o Amada eres!


• Para Dios, tú eres importante

Si te sientes maltratado por sentimientos de culpa, hay también una serie de páginas web que comienzan con:

Recibir poder sobrenatural para romper las ataduras de los hábitos depende de una transacción espiritual. No es posible cambiar un automóvil usado por uno nuevo sin algún tipo de arreglo formal, mucho menos una vieja vida por una nueva. En esencia, tú aceptas entrar en una relación de por vida con Jesús, en la que todo lo que tú tienes es de El (tu pecado – eso es lo que lo mató – tu tiempo, dinero, relaciones, etc) y todo lo que Él tiene es tuyo (su perfección moral, poder moral, vida eterna, riquezas espirituales, status con Dios, etc). Por donde lo veas, tú ganas y Jesús se lleva la peor parte, pero Dios, en la intensidad de su amor por ti, desea esto más de lo que te imaginas. Para una mejor comprensión de lo que esto implica, y cómo disfrutar de los beneficios de este ofrecimiento divino, por favor vea Tú Puedes Encontrar El Amor

¿Haz leído Amazing Examples de gente que ha quebrantado la fortaleza de hábitos que los mantenían paralizados, al recurrir al poder de Dios?

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